Llamamos maquillaje de fantasía a aquel maquillaje que se aparta de la realidad para representar personajes salidos de la imaginación del dramaturgo, guionista o del director de la obra en cuestión. Es el que mayor libertad de creación tiene, pero para ello el maquillista debe poseer una gran imaginación y la capacidad de observación, en especial para los casos de representación de animales.
Por lo general el maquillaje de fantasía se utiliza en los cuentos infantiles en obras para niños, aunque también es ampliamente usado en el ballet, en la ópera y como parte del maquillaje de los grandes espectáculos de cabaret y en el mundo de las pasarelas.
Maquillaje de pasarelas
En este tipo de maquillaje son aplicados los colores más brillantes y puros, para aguzar y excitar la imaginación del espectador.
Es usual también la utilización de postizos y apliques como bigotes, antenas y protuberancias, tanto en el caso de la caracterización de animales existentes, como en la de personajes totalmente irreales y fantásticos como las hadas, las criaturas del inframundo y vampiros, pero también extraterrestres.
Aparentemente es la tipología de maquillaje más fácil, pero es como un arma de doble filo. Se requiere de toda la experiencia del maquillista para que el maquillaje y el efecto deseado sean lo más creíbles posibles. En especial hay que tener cuidado con los niños. Éstos poseen una imaginación muy fértil y son capaces de darse cuenta de inmediato cuando algo no está bien.
Ya es tiempo de esbozar la terminología propia de la especialidad.
Terminología
Apagar: mezclar un color con el negro para quitarle luminosidad.
Calentar: mezclar rojo a un color.
Degradar: mezclar blanco a un color para suavizarlo.
Enfriar: mezclar azul o verde a un color para “bajarle” la temperatura.
Hundimiento: usando el claroscuro aplicar un tono oscuro en una superficie equis del rostro para provocar visualmente una apariencia de profundidad.
Iluminar: superponer un espacio de tono claro a un fondo más oscuro buscando el contraste.
Tono caliente: se les dice a aquellos colores cálidos como el rojo, el anaranjado, el amarillo rojizo o verdoso y algunos tonos del violeta.
Tono frío: son aquellos colores fríos, o sea, el azul, el verde y los violetas azulados.
Tono neutro: aquellos que no son marcadamente fríos ni cálidos, por lo que son considerados neutros, como los carmelitas y los grises.
Tono profundo: los tonos azulados y los terrosos. Ambos dan sensación de profundidad.
Tono saliente: aquellos tonos claros que sobresalen del rostro. Entre ellos están los distintos tonos de blanco y los amarillos.
Trazo de luz: se le llama así a la aplicación de un trazo claro a las partes salientes para provocar que éste sobresalga. Ejemplo, cuando se trata de afinar una nariz.
Como hemos podido apreciar (y aprender) a lo largo del presente curso, el maquillaje constituye un elemento clave en el hecho teatral. De él depende el lograr una mayor o menor credibilidad y verosimilitud del personaje en cuestión y por ende de la obra representada.
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